La Quinta de Malu consta de tres plantas, con seis habitaciones, todas con calefacción televisión y baño individual.
En la primera planta se encuentran tres habitaciones superiores: con dos ambientes, dormitorio y zona de estar, disponen de cama con dosel y una cama supletoria individual. Los muebles de época y la esmerada decoración hacen de estas estancias un agradable rincón dónde perderse a descansar.
En la planta de arriba se encuentran las habitaciones más básicas, tres habitaciones dobles, más económicas, pero con mucho encanto y abuhardilladas.
Con una decoración muy cuidada, los muros de piedra y las vigas de madera de más de 400 años hacen de este lugar un sitio encantador para disfrutar.
En su restaurante intimista con chimenea y bodega visigoda el cliente podrá degustar los platos típicos de Cuenca en un ambiente calido y romántico.