Tradicionalmente botargas y mascaritas debían ser solteros y salían el martes de carnaval. Tras la recuperación en 1.984, dicha fiesta pasó a celebrarse el sábado de carnaval.
Las máscaras son uno de los símbolos más característicos del carnaval y representan motivos campestres y pastoriles. Llegada la fiesta, las Botargas ataviadas con polainas, cencerros, abarcas, garrote, sombreros de diverso colorido atraviesan los campos y se aproximan al pueblo, para entrar en él bajo un ensordecedor estruendo provocado por los cencerros.
Las Botargas dan vueltas al pueblo haciendo sonar sus cencerros y en un momento dado recogen a las Mascaritas que salen de una de las casas del pueblo. Una vez juntos vuelven a la plaza cargados de pelusa ellos y confetis y papelillos de colores ellas, esparciéndolos entre los asistentes, acto lleno de risas y alegría distintivo de este Carnaval.