Para conocer la historia de Las Llaves hay que remontarse 400 años atrás, cuando Felipe II pasó por la Casa Palacio Ramírez de Arellano, del S.XVI, en la localidad de Marchamalo, a menos de 3 Km de Guadalajara y muy cerca de Madrid. Localizado en pleno Valle del Río Henares, este espacio con más de 1000 metros de jardín, dos patios castellanos, conjuga la experiencia gastronómica con la tranquilidad y el contacto con la naturaleza. La batuta la lleva María González y Roberto Barros, cabeza del equipo que se encargan de velar del disfrute del comensal.
Su carta
Su cocina rescata la esencia castellano-manchega con notas vanguardistas. Entre sus materias primas muy arraigadas a la tradición de la zona estás los boletus de la sierra de Guadalajara, queso de Solanillos, cordero y cerdo ecológico de La Mancha. Algunos de sus platos son las colmenillas a la crema de foie o muslitos de codorniz con soja, para poner la guinda al pastel nada mejor que un dulce, como las peras caramelizadas templadas con helado de café, tentaciones que dejarás pasar.