En el Valle de Alcudia se encuentra Almadén, localidad ligada a la minería desde tiempos remotos, teñidos del rojizo cinabrio de sus pinturas rupestres. Los romanos abren esa tierra para exprimirla del preciado metal codiciado en el imperio como tinte, cosmético o ungüento. Desde aquellos tiempos y a pesar de los devaneos de la explotación o la demanda, Almadén ha producido la tercera parte del mercurio consumido por la humanidad.
Alrededor de esta intensa actividad se ha desarrollado durante siglos la vida del municipio y todo: relato, visita y cultura, se tiñen del bermellón del interior de sus tierras.
El Parque Minero de Almadén nos ofrece un viaje al interior de una de las minas más antiguas del mundo. El parque se completa con los museos, centros de interpretación e interesantes muestras de arqueología industrial. La Antigua Escuela de Capataces de Minas, creada en el siglo XVIII para el Estudio de la Geometría Subterránea y Mineralogía. La Casa de la Superintendencia situada junto a la mina permitía un mayor control de ésta, de estilo barroco solo queda el cerramiento. El Hospital de mineros de San Rafael alberga el archivo histórico de las Minas de Almadén.
La opulencia a lo largo de la historia permitió la construcción de edificios religiosos y civiles de gran importancia e interés entre los que destaca la Plaza de Toros, que, con su peculiar forma hexagonal, es única en el mundo. El Castillo de Retamar construido por los árabes en el siglo XII. La iglesia de San Sebastián, la ermita de Fátima o la iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Estrella forman parte del acervo religioso de la villa.
Acceso
N-430 N-424