Encaramadas a la cornisa de la roca sobre la hoz del Huécar, las Casas Colgadas son símbolo indiscutible de Cuenca y verdaderas joyas de la arquitectura gótica popular. Realizadas en mampostería con sillares en las esquinas y asentadas en ménsulas, se asoman al río desde sus balcones voladizos de madera sobre el acantilado.
Del conjunto de estas casas sólo tres son visitables: la casa de la Sirena, que aloja un mesón donde degustar la tradición, y las Casas del Rey, que permiten observar elementos originales de construcción en su interior, como la viguería de madera y que albergan, para deleite de todos, "el más bello pequeño museo del mundo”: el Museo de Arte Abstracto Español.