Principales atractivos
La parte exterior del castillo asomada sobre el Tajuña presenta un bello conjunto de ventanas, que revela su condición de palacio arzobispal.
Historia y descripción
La visita merece la pena hacerse contemplando primero su exterior sobre el Tajuña: las artísticas ventanas abiertas en sus muros, románicas y protogóticas, hablan de su condición palaciega. En el interior estuvieron las dependencias arzobispales, y con anterioridad, el palacio taifa del rey de Toledo Almamún. Bajo ellas se hallaban las dependencias militares. El patio de armas mantuvo durante mucho tiempo su condición de jardín de recreo, siendo hoy cementerio.
El primer poseedor del castillo fue el rey Alfonso VI, como regalo del rey de Toledo Almamún. El monarca cristiano lo cedió a los arzobispos de Toledo, que lo usaron hasta el siglo XVI, pasando después a prisión. Durante la Guerra de Secesión protagonizó la toma de Brihuega por las tropas de Felipe V, fue fortaleza para los destacamentos franceses que procuraban sostener las incursiones de Juan Martín el Empecinado, y fortín en las guerras carlistas.
Acceso al castillo
De acceso libre, la Oficina de Turismo de Brihuega organiza visitas guiadas. Más información en el teléfono 949 280 442 de viernes a domingo, y en el 949 340 030 de lunes a jueves.