Posiblemente fue repoblado por mozárabes o estos cristianos mantuvieron en Fuensalida a lo largo del dominio musulmán, su iglesia.
En los comienzos del siglo XIII tenía heredades en su jurisdicción y derechos de señorío, el poderoso convento de San Clemente de Toledo, que cede en arrendamiento, en el 1232, las heredades, pechos, frutos, diezmos y calonios. Intervienen la abadesa doña Orabona y el deán Micael Estébanez. Estos bienes habían llegado a poder del convento por las dotes de las monjas Orabona, Muñia y Vela, hijas de don Arnaldo Muñoz. Así pasa a la iglesia de Toledo y después por concesión de Enrique IV en el 1470, a don Pero López de Ayala, nieto del gran canciller; siendo nuestra villa cabeza del condado de Fuensalida.
En este tiempo ya ostentaba el título de villazgo, como lo prueba el rollo jurisdiccional, que debió erigirse a comienzos del siglo XV. En el 1447 contribuye Fuensalida al sostenimiento de la Santa Hermandad.
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