Uno de los rasgos más característicos de Gajanejos es la juventud de sus casas. El casco urbano fue totalmente destruído en marzo de 1937, en el transcurso de la Batalla de Guadalajara, una de las más duras de la Guerra Civil Española. Como resultado, el pueblo que estuvo a orillas de los barrancos de El Picarón y La Nevera se convirtió en ruinas y, donde terminaba aquel pueblo, más cerca de la carretera de Zaragoza, la Dirección General de Regiones Devastadas construyó un nuevo pueblo; aséptico, lineal y muy poco acorde con la arquitectura de la zona, es lo que hoy llamamos Gajanejos.
Las calles de Gajanejos son anchas y rectas, con abundante arbolado. El pueblo se orienta en dirección norte-noroeste-sur-sureste, para evitar los vientos dominantes en sus calles, siguiendo el eje de la calle Mayor. La planta es perfectamente regular, en la que se proyectó: iglesia parroquial (que reproduce el estilo románico de la antigua parroquia de San Pedro Apóstol, destruida durante la Guerra Civil), centro parroquial, viviendas de funcionarios, tiendas, escuelas, horno municipal, fragua, ermita, depósito de agua y numerosas fuentes y pilones. Las viviendas tienen planta baja y principal, portal cubierto, ventanas sencillas y un gran portalón de entrada al corral, diferenciando, en principio, las de labradores y jornaleros.
Patrimonio
- Real Fábrica de Paños
- Castillo de Piedra Bermeja
- Castillo de Torija
- Iglesia románica de San Bartolomé en Jirueque
- Castillo de Jadraque
- Iglesia de la Asunción en Pinilla de Jadraque
- Iglesia de San Blas Obispo en Villaseca de Henares
- Almazara -Valdeavellano
- Iglesia de Santa María Magdalena en Valdeavellano
- Plaza de Yélamos de Abajo