Iglesia columnaria cuya planta enlaza con la tradición gótica, la nave central mucho más ancha y elevada que las laterales, los cinco tramos son rectangulares y cortos, el ábside con la misma altura que la nave es caracterizó de las iglesias columnarias de la Diócesis.
Se asciende a ella por unas escaleras que dan a la nave lateral, mientras que en el lado opuesto hay otra entrada que queda al mismo nivel que el templo.
Los elementos más característicos de todo el edificio son las columnas, su diseño responde a un concepto gótico, columnas cilíndricas a las que se introdujo capiteles corridos, que solo abraza la mitad del cilindro, el resto del fuste continua hasta concluir en un segundo capitel, de donde arrancan los nervios de la bóveda del cuerpo central, de este modo el soporte es de una columna exenta en la parte baja y en la superior en un columna adosada.
Los órdenes son los instrumentos para determinar las etapas de las obras. Los capiteles de las columnas adosadas que enmarcan la capilla mayor son los mas antiguos; están formados por una moldura continua con follajes góticos. Los tres siguientes, que corona la parte superior de las columnas de la nave principal, poseen molduras que se prolongan a través de las impostas. La continuidad de los baquetones y la fina cornisa sobre los órdenes son los arcaísmos más evidentes del templo, capiteles formados por molduras y doble fila de bolas de diferente tamaño. Los capiteles de la cuarta banda de columna son lisos, sin decoración, con una banda convexa y molduras cóncavas, los tramos más próximos a los pies se aproximan más al renacimiento.
La iluminación se consigue por medio de dos rosetones situados en los elementos que flanquean el fondo, estos puntos de luz son de piedra y están decorados en su interior con tracerías flamígeras, enmarcadas por unas molduras de media caña y una sarta de bolas del gótico isabelino.
Las cubiertas presentan una regularidad poco común ya que en la nave principal sólo fue realizado un tipo de diseño y en las laterales otro, las primeras están ejecutadas a base de nervios con tercelete y las asegundas de crucería simple.
Portada Vandelviresca s. XVI-XVII: Es una portada única con el hueco de la entrada adintelado y sin ningún tipo de remate superior, de columnas pareadas que enmarcan los cuerpos son corintias antepuestas a pilastras cajeadas del mismo orden y se elevan sobre pedestales motivo ese que decora todo el basamento del cuerpo superior como reflejo del gusto por lo geométrico que es característico de las obras vandelvirescas.
En los intercolumnios, dos hornacinas aveneradas en el cuerpo inferior y una en la superior, todo de traza sencilla y geométrica, al igual que la decoración de la parte inferior del entablamento entre cada par de columnas
Respecto al entablamento del cuerpo inferior, el friso que decora, también geométricamente, con líneas continuas y quebradas a manera greca, dibujan esvásticas, con las que alternan pequeños cuadrados; la volada cornisa se apoya sobre ménsulas con función de dentellones.
En lo escultórico, en las hornacinas del cuerpo inferior solamente se conserva el original y no en su totalidad; la superior izquierda y a la dcha. San Marcos, todo el conjunto escultórico del cuerpo inferior seria completado posteriormente añadiendo las estatuas de San Pedro (izquierda), San Mateo (dcha.).
En la parte superior central enmarcado en un gran recuadro grandes relieves la Anunciación de la Virgen, la efigie del Padre más tosca tallada sobre un bloque, la escena un tanto ruda y desnuda, a los lados las imágenes de San Juan Evangelista y a la izquierda el Rey David.