El interior de la Torre se divide en cuatro plantas. La planta baja alberga la recepción de visitantes y ya en ella se pueden observar algunos objetos curiosos, como la antigua maquinaria del reloj del ayuntamiento viejo, un arca destinada a guardar bajo tres llaves los impuestos que se recaudaban allá por el s.XVII o la prensa litográfica del s.XIX proveniente de Francia y cedida por la Fundación Antonio Pérez, con una interesante historia.
En la primera planta se recuerdan las tareas del hogar cuando aún no había hecho irrupción la electricidad y la fabricación de las viandas elaboradas de forma artesanal (queso, matazón, dulces, etc).
La segunda planta está dedicada a los oficios, sobre todo a las labores del campo, tan típicas de nuestra agrícola villa. En la tercera planta converge una miscelánea de distintos objetos que completa el recorrido. Por último, se puede acceder a la terraza para comprobar que la Torre cumplía sobradamente su función original de torre vigía.