Vestigios arqueológicos de una primitiva casa islámica de época califal, de la que subsisten un patio, un salón, y la decoración arquitectónica de los mismos: dos arcos de herradura, uno de ellos geminado. Sobre el mismo pueden apreciarse, en las jambas, dos manos de Fátima o hmsa, un rodeada de estlizados pájaros (seguramente colibríes dada la esbeltez y longitud de sus picos).
Ambos motivos son típicos en el arte islámico, y presentan un significado de protección y de rechazo a las influencias malignas, en concreto contra el mal de ojo (Mano de Fátima) y quizás funerario (en el caso de los pájaros). Los dos son motivos decorativos de origen preislámico que debieron tener una fuerte raigambre popular y que son, en cierta medida, tolerados por la doctrina oficial islámica, aunque como en el caso de los pájaros provengan de un hadiz o tradición oral no oficial atribuida a Mahoma, en el que se les identifica como los transmisores de las almas de los buenos creyentes en su viaje al Paraíso.