Principales atractivos
Puerto Lápice debe su existencia a las ventas, en el siglo XVI la población no existía, sólo un grupo de casas asentadas en el lugar de paso y que daban hospedaje al caminante. Ello lo recogía su nombre, ya que se llamaba Ventas de Puerto Lápice, hasta que 1774 Carlos III le concede la independencia como villa.
Las ventas son una construcción típicamente manchega, levantadas entorno a un patio central, con soportales, establos, mesón y habitaciones para pernoctar. Ideadas para el alto de los viajeros y sus caballerías, que encontraban también acomodo en los establos y abrevaderos.
Qué veremos
Se conservan tres de las cuatro ventas que al parecer existían: La posada del Rincón, entorno a un patio con arco y rejas está rodeado de viviendas; La posada de Dorotea Jiménez, citada por Azorín en su ruta del Quijote; y La Venta del Quijote, restaurante y posada que vuelca su actividad y su existencia en rememorar la novela y a su protagonista.
Los Molinos de la Serranilla recuperados en la actualidad contribuyen a la imagen de la que este municipio ha hecho su razón de existir, la estampa manchega y su retrato en el Quijote.
Horarios y acceso
Tels. Ayuntamiento 926 576 041. Acceso A-4