La lujosa suite o las románticas habitaciones abuhardilladas son la mejor elección para las parejas que desean pasar unos días de intimidad.
En el centro de una extensa finca con 25.000 metros cuadrados de jardines, este confortable y apacible hotel se mantiene fiel a la arquitectura y distribución original, destacando un patio central y numerosas galerías.
Sus habitaciones, de formas caprichosas, han sido decoradas al estilo castellano con techos altos, gruesos muros de piedra y vigas de madera vista.
Todas ellas exhiben un precioso mobiliario antiguo y rústico y van dotadas con todos los adelantos del confort moderno.
Pero también constituye el lugar ideal para los amantes de la naturaleza y el descanso, dada la oferta de sugerentes actividades deportivas, Piscina, pistas de padel, tenis, frontenis, minigolf y futbol sala.
Y no olvide pasar a descubrir la auténtica cocina castellano-manchega en su restaurante "La Hoz".