La tarde del siete de diciembre, la iglesia de Horcajo de Santiago ha sido despejada de bancos, y la multitud aguarda, en silencio la salida del estandarte de la Inmaculada. Cuando aparece, las manos se alzan hacia él, y miles de gargantas gritan el ¡vítor, vítor, vítor! Sobrecogedora respuesta a la salmodia "¡Vítor a la Inmaculada Concepción de María Santístima, concebida sin mancha de pecado!".
Dos bandos escenifican la disputa entre quienes quieren sacarlo, y quienes se oponen. Cuando termina, tres caballeros aguardan en la puerta, con la cabeza cubierta con el gorro azul y blanco de la Inmaculada: uno porta el estandarte, los otros, las borlas.
A lo largo de toda la noche, recorrerán Horcajo, sin detenerse: ni ellos, ni los gritos de la multitud que los acompaña, ni los gritos de ¡vítor!
Tras dieciséis horas de procesión, se entabla una nueva fingida batalla, en el mediodía del ocho de diciembre, entre quienes no quieren que el estandarte abandone las calles del pueblo, y quienes quieren introducirlo en el templo.
Los caballeros devotos son tres, uno que porta el varal del estandarte y otros dos, uno a cada lado de éste, que portan las borlas. Lucen para la ocasión un tocado gorro o turbante puramente ornamental junto a un capote azul oscuro con capelina.
Los caballos se visten a la forma tradicional con elementos elaborados artesanalmente:
un cabestro o cabezal en colores azules y blancos, con espejos, pompones y cintas de raso rizadas. Las riendas decoradas también en azul, el pecho petral realizado con cintas de raso o macramé terminadas con cascabeles.
Fiesta de interés turístico regional.
Fecha de celebración:
Del 5 al 13 de diciembre.
Sugerencias:
La suculenta pipirrana es plato típico de Horcajo, elaborado especialmente en la festividad del Vítor. Elaborado a base de bacalao, setas, jamón y oreja de cerdo, probarlo es obligado.
