Las Fiestas de San Mateo tienen una duración de cuatro días durante los cuales, diariamente, se sueltan las vacas enmaromadas por las calles del Casco Antiguo de la ciudad, que concluyen con el tradicional toro de fuego y gran verbena popular en la Plaza de Ronda.
Las vacas bravas se sueltan con los cuernos sujetos por sogas de esparto y cáñamo, que llevan de las manos los "maromeros", cuyas actuaciones son imprescindibles (antes lo eran por afición y pagaban por serlo, ahora son cuadrillas bastante estables).
El primer día de las vaquillas, por la tarde, hay Desfile de Peñas hasta la plaza y allí se lee el Pregón. Luego, el estallido de un cohete avisa la salida de la primera vaca. En el intermedio es tradicional comer patatas asadas que se venden en los chiringuitos de la calle, así como sardinas asadas, regadas con zurra (vino blanco con azúcar y limón) y vino.
Así mismo se celebran actos religiosos como la Misa en honor a San Mateo, y el tradicional traslado y devolución del Pendón Real (Símbolo de la autonomía de la ciudad), con el que Alfonso VIII reconquistó Cuenca y que es trasladado con todos los honores cada año por el Concejal más joven de la Corporación Municipal desde la Catedral hasta el Ayuntamiento.
Las fiestas concluyen cada año el día 21 de septiembre, festividad de San Mateo, con una gran traca final.
Fiesta de interés turístico regional.
Fecha de celebración:
El 21 de septiembre.
Sugerencias:
Es obligado probar la zurra, bebida a base de vino blanco, azúcar y limón, que no falta en ningún rincón. Para acompañarla, las patatas y sardinas asadas de sus chiringuitos.