Queso manchego
Sólo con la raza de oveja manchega, conservada pura en Castilla-La Mancha, se elabora el delicioso queso manchego. De sabor y propiedades únicas, su proceso de elaboración se ha mantenido inalterable a lo largo del tiempo, y hoy es una delicatessen que no debemos negarle a nuestro paladar.
Madurado desde un mes a dos años, sus variedades -tierno, semicurado o curado-, pueden disfrutarse en piezas envueltas en esparto, en aceite, o al natural, procedentes de las provincias castellano-manchegas en que se elaboran sus denominaciones de origen: Albacete, Ciudad Real, Cuenca, y Toledo.
Un queso aromático, con un toque a caramelo de mantequilla en el paladar, junto a notas almendradas. Absolutamente delicioso, puede disfrutarse en cualquier rincón de Castilla-La Mancha, y conocer los secretos de su receta en sus queserías.