Resolí de Cuenca
Resolí de Cuenca
La ciudad de Cuenca está tan ligada al Resolí como su Semana Santa, de interés turístico internacional, sus casas colgantes, o la vida cultural de la ciudad, ligada a la música y a dos importantes museos, el de Arte Abstracto, y el de Ciencias de Castilla-La Mancha.
Su origen se remonta al Renacimiento cuando la nobleza española, mediante las posesiones de la Corona en el norte de Italia, entra en contacto con la cultura y tradiciones del Ducado de Nápoles. Durante la Guerra de la Independencia, José I Bonaparte entonces en el trono de España, liberó su fabricación, circulación y venta en 1809. Y sería Eugenia de Montijo, emperatriz de Francia y residente en el Castillo de Belmonte, quien escribiría a los cocineros del Palacio de Las Tullerías para recomendárselo como digestivo.
Actualmente, no sólo se sirve en porrón como colofón a cualquier comida de la rica oferta gastronómica conquense. Los fabricantes locales lo ofrecen en botellas con la forma de las Casas Colgadas de la ciudad, o con formas que particularizan su marca y bodega. Independientemente de los ingredientes que lo componen, su secreto reside en el aguardiente de la sierra conquense, elaborado a partir del hollejo de uvas, procedente de viñedos conquenses.