Villa fundada por Fernando III en 1222, cuyos pobladores recibieron el territorio por juro de heredad, para ellos y sus descendientes, con la obligación de pagar el diezmo a la Iglesia y determinados tributos a la Corona.
Tales tributos fueron transferidos después por el mismo Fernando III, el 2 de abril de 1243, a don Rodrigo Jiménez de Rada y a la archidiócesis toledana, que disfrutó de esta concesión hasta el 17 de septiembre de 1466.
En esta fecha, don Alfonso Carrillo vendió los expresados derechos a don Luis Carrillo, a cambio del pago de una cantidad anual a los arzobispos de Toledo.
Las herederas de don Luis de Carrillo, Constanza e Isabel, cedieron a su vez tales derechos a don Rodrigo Niño, que los transmitió después a su hijo Juan, el cual los incorporó al mayorazgo que fundó con el título de Los Arcos.
Añover estuvo sujeta a Toledo hasta el año 1652, que se emancipó, haciéndose villa en virtud de real cédula de don Felipe IV, expedida el 4 de diciembre del expresado año.