Principales atractivos
Su privilegiada posición entre la llanura de la Alcarria y el valle del Tajo, entre las presas de Budia y Entrepeñas, conforman su bello entorno. Además cuenta con el honor de pertenecer al libro “Viaje a la Alcarria” de Camilo José Cela. Por si esto fuera poco, existen en la localidad varios monumentos dignos de ser admirados como la iglesia de San Pedro en la calle Soledad y la Plaza Mayor, de aspecto trapezoidal donde se encuentra el Ayuntamiento, de estilo renacentista. Completa el conjunto urbano la visita a la Picota o rollo en la que sobresalen cuatro cabezas de animales y el Convento de Los Carmelitas, fundado en 1688, en él se guardan las cartas manuscritas de Ana de San Bartolomé y Santa Teresa de Jesús.
Qué veremos
La portada de la iglesia es uno de los mejores ejemplos del plateresco en la provincia. Como otras tantas, durante la Guerra Civil perdió su retablo mayor, ocupando su lugar un frontal de altar en plata generosamente decorado. A ambos lados de ese altar se encuentran dos tallas de Pedro de Mena: un Ecce Homo y una Dolorosa muy realistas y expresivas y de brillante policromado.
Del convento de los Carmelitas podemos contemplar su magnífica fachada con un enorme ventanal encargado de dar la luz necesaria al coro. Contaba con una gran cúpula, hoy hundida, sobre el crucero. El edificio fue víctima de las tropelías cometidas por las tropas de Napoleón y de la desamortización de Mendizábal.
Acceso
El acceso a la iglesia es libre, para el convento lo mejor es preguntar en el pueblo.
Te recomendamos
Perderse y recorrer sus muchas casas nobiliarias: la de los Condes de Romanones, la Casa Poyatos, antiguo hospital, la Casa de la Parra, la Casa del Duende y la Casa de los López Hidalgo. Todas cuentan en su fachada con el escudo nobiliario de estas ilustres familias.