Principales atractivos
Inconfundible. Único castillo a base de ladrillo y mortero de cal de la provincia de Toledo. Quedando la piedra para las troneras, saeteras y ménsulas donde descansa el gran arco de la entrada. Así puede definirse este castillo, por su estilo gótico, y por el ladrillo con el que se han revestido sus muros de sillarejo. Monumental es su puerta de entrada, con arco gótico apuntado, sobre la que se encuentran labrados los escudos de D. Gonzalo Chacón y Fajardo, segundo señor de Casarrubios, juntamente con el de su abuela, doña Clara Alvarnaez, mujer de don Gonzalo Chacón, y de su mujer, doña Francisca Téllez-Girón Pacheco, hija de los señores de la Puebla de Montalbán.
Historia y descripción
De planta cuadrangular con torres octogonales en las esquinas, la fortaleza fue construida en la Herrería o las Eras Bajas, a extramuros de la muralla, hoy desaparecida, que defendía la villa. Interesantes son sus torres octogonales, un avance arquitectónico del s. XV, en que fue construido. Simétricamente, la torre del homenaje también dispone de tres torres octogonales, más pequeñas, en sus tres ángulos.
Mandado construir por don Juan Chacón, hijo de don Gonzalo Chacón, y Adelantado de Murcia, para engalanamiento del señorío que heredaría su segundo hijo. Siempre perteneció a los señores y condes de Casarrubios, títulos y propiedades que pasaron al ducado de Alba, quienes en un intento de deshacerse de sus pequeñas propiedades, vendieron castillo y palacio condal a un vecino del municipio en 1899. Se puede considerar un castillo señorial de estructura militar.
Acceso al castillo
Sólo puede visitarse su exterior.
Curiosidades
En esta localidad existe otro castillo de época anterior al citado, comenzado a construir a mediados del s. XIV. No sabemos si por don Alfonso Fernández Coronel o su sucesor, don Diego Gómez de Toledo, y que, finalmente, fue agrandado y rematado por don Gonzalo Chacón en 1468, quien también reformaría el palacio construido por los Ayala, y en cuya portada lucen las armas de los Reyes Católicos, acompañadas a los extremos por los escudos del matrimonio constructor, doña Clara Alvarnaez y de don Gonzalo Chacón.