Principales atractivos
Este castillo puede verse por dentro y por fuera tal y como fue en origen. Perfectamente restaurado, permite recorrer sus murallas y el patio de armas así como acceder a su interior, con mobiliario y armas, en el que se recrea el ambiente de la época.
Historia y descripción
Al castillo le antecede un espacio vacío, denominado centinela, desde el que se accede a la fortaleza. Su puerta de acceso se enmarca en dos estructuras cúbicas y, sobre ellas, aparece el escudo del Prior de la Orden Militar de Jerusalén. Los caballeros de esta orden fueron los responsables de estas originales disposiciones destinadas a mejorar su defensa. En su interior podemos contemplar un aljibe cubierto por bóveda de cañón, así como la mazmorra y la sala de archivos de la orden. La torre albarrana, el elemento árabe de la fortaleza, es de forma circular y cuatro pisos de altura. Además, visitaremos la sala capitular, ermita, las terrazas y el jardín.
Debió ser una torre de vigilancia en origen, erigida durante el Califato de Córdoba. Alfonso VIII lo conquistaría en el siglo XII, cediéndolo a la Orden Militar de Jerusalén, quien le daría su forma actual. En el s. XIX fue ocupado por las tropas napoleónicas, que destruyeron los archivos de la orden. Posteriormente, cayó en estado de ruina progresiva hasta que en la década de 1960 comenzó su restauración la escuela-taller de Consuegra, que sigue realizando trabajos en el mismo.
Acceso al castillo
Visitar web.
Para más información, Oficina de Turismo de Consuegra, tel. 925 47 57 31.
Curiosidades
Cuando el rey Alfonso VI casó con su última mujer, la princesa musulmana Zaida, recibió este castillo como parte de su dote. Pero no mucho después, lo perdería en una batalla librada contra los almorávides, tardando otros cien años en volver a manos cristianas.