Principales atractivos
Aún más que el propio castillo, es impresionante la rotunda base de roca en que se asienta. Inaccesible por cualquiera de sus caras, encontramos en su altura restos de muros posiblemente islámicos, un torreón de planta semicircular, y algunas almenas defensivas.
Historia y descripción
Interesantes son los restos de viviendas y cuarteles para los soldados que habitaban el castillo. Existen restos de varios hornos, una balsa para la recogida de aguas de lluvia, conductos para su canalización, y aljibes para su almacenamiento. Su muralla, de origen islámico, de longitud superior a mil metros, rodeaba todo el castillo, aunque hoy encontramos sus restos.
Una expedición de Alfonso VIII lo convierte en enclave cristiano en el siglo XIII. La población sufre altibajos mientras depende del dominio de Alcaraz, especialmente debido a las condiciones inhóspitas de su primitiva ubicación, en el cerro del castillo. Finalmente, en 1537, alcanza el título de villa, concedido por Carlos V, y se traslada al valle inferior, en el que hoy se asienta.
Acceso al castillo
El castillo se encuentra actualmente en fase de restauración, pero el visitante puede acceder a la meseta donde se encuentra la fortaleza y disfrutar de las impresionantes vistas panorámicas tanto de la llanura de Albacete como de las primeras estribaciones de la sierra. También es posible dar un histórico paseo alrededor de la falda del castillo por el camino recientemente habilitado, y contemplar los restos amurallados.
Curiosidades
Dentro del castillo existió una iglesia de la que aún se aprecian restos. Convertida en polvorín, fue destruida por la explosión provocada por un rayo.