Con fachada al oeste se encuentra el edificio escolar “San Gumersindo”, de fábrica castellano – mudéjar y arquitectura historicista, se construyó a principios del siglo XX, junto con los edificios del Ayuntamiento y Los Corredores marcan la impronta de la ciudad pues se unen en un mismo espacio la tradición y la cultura.
Junto a estos edificios y a otras casonas, acotan el espacio más céntrico de la ciudad que viene siéndolo desde la época romana en la que fue el foro, punto de encuentro de las dos vías principales -Cardo y Decumanus- que cruzaban la antigua ciudad de norte a sur y de este a oeste y cuyo trazado algo modificado, aún se conserva.