La construcción actual es del siglo XVII, de estilo renacentista, con un fuerte muro de sillería en el cual está tallada la Cruz de Perro y del que surge un gran caudal de agua por ocho caños gruesos en forma de cabezas humanas y leonadas que cae a un amplio pilón; desde aquí va a las huertas y al lavadero.
Sin duda alguna, la singularidad de esta fuente radica en sus galerías subterráneas con bóveda de medio cañón.
Según la tradición oral, la forma de encauzar estos nacimientos siempre se les había otorgado a los árabes, ya que eran unos expertos en todo lo concerniente al agua y su aprovechamiento. Sin embargo recientemente, estando abiertas estas galerías al público, unas arqueólogas, al ver que una de ellas desemboca en un cubo, determinaron que posiblemente fueran de origen romano. Respecto a las demás, no se puede aseverar sin un estudio previo a fondo, aunque una posibililidad que barajaban, era que sobre un aljibe romano los árabes hubieran ampliado.