Horcajo de los Montes está situado en la confluencia del río Rubial, que a su vez forman dos largos valles en la confluencia de valles y rañas. Cruza el pueblo un ramal o cañada de enlace de la antigua Mesta perteneciente a la Cañada Real Segoviana. Fueron posiblemente estas condiciones de agua y descanso las que determinaron su creación como pueblo: existen pruebas de que en la Edad de Piedra hubo asentamientos humanos. También dos calzadas son indicio seguro de su existencia en la época romana.
Horcajo cuenta con un encanto único: su término municipal se encuentra integrado en el Parque Nacional de Cabañeros. A 1Km del casco urbano de Horcajo, está el centro de visitantes más grande del Parque, imprescindible para planificar una visita. Allí, una exposición principal muestra los diferentes ecosistemas de Cabañeros a lo largo de las cuatro estaciones del año. Además, una quintería en la que se da a conocer la cultura y tradiciones de la comarca. Se completa con salas de proyecciones, biblioteca, área de picnic, aparcamientos, etc.
La visita al Parque es obligada, pero también podemos disfrutar de las numerosas rutas por las sierras que lo circundan: el arroyo de la Chorrera, con su salto de agua de unos 15 metros, o la Sierra de la Celada son paseos preciosos.
Sin embargo, Horcajo debe su fama a la fabricación de alfombras artesanales en el telar. Durante años, de aquí han salido alfombras para decorar lugares como el Teatro Real, el Palacio Real o diversos Paradores de Turismo.
Para conocer a fondo el pueblo, el Museo Etnográfico de Horcajo encierra entre sus paredes de piedra aquello que ha caracterizado la manera en que se entiende la vida por estos lugares, su historia y sus costumbres.
Es uno de los municipios que mejor se ha preparado para el turismo ocasionado por el Parque Nacional de Cabañeros, con hoteles, casas rurales, restauración, etc.