Principales atractivos
La Esfinge de Haches, siglo V o VI a.C., vive en el Museo desde 1945. Es la Gioconda de Albacete, una joya escultórica muy singular de 71 cm de altura, alada, con cuerpo de animal y rostro de mujer. Los griegos relacionaban las esfinges con las catástrofes y la mala suerte. La colección de 116 obras donadas por el pintor Benjamín Palencia es otro punto de interés múltiple de los fondos del Museo de Albacete. A destacar también las muñecas articuladas de origen romano, siglo IV d.C., y la escultura renacentista en alabastro de Hércules y Anteo, donde el primero, héroe mítico por antonomasia, levanta en vilo al gigante y lo reduce hasta la muerte asfixiándolo, preciso momento que recoge la trágica escena de autor anónimo.
Qué veremos
Una gran muestra arqueológica, que abarca desde el arte rupestre a nuestros días, un viaje de entre dos a cuatro horas por piezas, imágenes y documentos procedentes de hallazgos casuales en yacimientos, prospecciones y excavaciones y donaciones. Podremos admirar tesoros muy diferentes: piezas de oro, mosaicos romanos, objetos de uso doméstico, cerámicas trabajadas con gran exquisitez, aperos de labores rurales, textiles y mobiliario en general. Dos delicatessen especiales serían El Candil de al-Rasiq, de la España andalusí de los omeyas, y el Tetradracma heleno de Panormos (Siracusa, Sicilia). El paseo cultural y artístico nos llevará por secciones dispares con numerosas sorpresas escondidas y diseminadas por cada rincón de sus salas: prehistoria, los pueblos, el Imperio Romano, la Edad Media y la modernidad, con paradas obligadas en las Bellas Artes, la Numismática, la Etnografía y la Fotografía en sepia y blanco y negro. En definitiva, una mañana o una tarde de inmersión en la cultura de forma amena, coloquial e intensa.
Acceso al museo
Horarios y tarifas: visitar página web.
Curiosidades
El Museo se encuentra enclavado en el pulmón urbano más señero de la ciudad: el Parque Abelardo Sánchez, un oasis de bella naturaleza, en cuyo interior se edificó el edificio el museo diseñado por el arquitecto Antonio Escario. Obra de arquitectura orgánica, es funcional, acogedor, y permite tanto la elección previa de itinerarios como el recorrido cronológico desde la arqueología al arte contemporáneo. El visitante tendrá la posibilidad de conocer la historia y admirar magníficas obras de arte, todo ello arropado por informaciones puntuales sobre las mismas.