Ocaña se alza en la meseta en su propio territorio, La Mesa de Ocaña, que lo eleva de parajes, monumentos, cultura e historia. Pórtico de la Mancha, su urdimbre urbana atesora legados religiosos y civiles. Nuestra Señora de la Asunción y San Juan Bautista custodian la mayoría de las imágenes y cofradías que dan reputación a su afamada Semana Santa, Fiesta de Interés Turístico Nacional. Desde hace más de 400 años, desde el Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección, el orden y el silencio acompañan a los majestuosos desfiles procesionales que toman las calles, formados por diez Hermandades y Cofradías, algunas de las cuales datan de los siglos XVI, XVII y XVIII, con un total de 2.000 cofrades.
Las obras civiles se esparcen entre sus calles y enaltecen la importancia que la actividad de la villa les confirió en su momento. Su monumental Plaza Mayor es una Plaza-claustro regular, de estructura cerrada y sistema arquitectónico abovedado. La fachada principal corresponde a las Casas de Ayuntamiento, en cuya puerta principal se puede observar las armas de la Villa. Las obras de construcción comenzaron en el último tercio del siglo XVIII, culminándose la primera fase en 1791 bajo el reinado de Carlos IV.
Otra visita interesante es el Palacio de Cárdenas, Bien de Interés Cultural del siglo XV-XVI, fue mandado levantar por el ocañense don Gutierre de Cárdenas, caballero de Santiago, comendador mayor de León y Maestresala de la reina doña Isabel I, la Católica.
Horarios y acceso
Acceso A-4 N-400
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