El terreno es montañoso y situado a bastante altitud, siendo los inviernos fríos y los veranos agradables, sin agobios nocturnos. Más de la mitad de la superficie es bosque, principalmente pinares de pino silvestre.
Los valles y montañas de Peralejos de las truchas poseen una gran riqueza florística, las diferentes altitudes y los variados ambientes de clima hacen, que existan un gran número de especies vegetales y un importante número de especies endémicas, es decir únicas en el mundo.
Se han perdido muchas costumbres los últimos 30 años debido al despoblamiento (el éxodo rural, de 800 a 150 habitantes), pero se están recuperando algunas en la actualidad: El Judas, Jueves Lardero, la hoguera de San Antón, el día de ánimas...