Es uno de los conjuntos de pinturas rupestres de tipo esquemático más grandes y mejor conservados.
Se encuentran en un abrigo de roca cuarcítica situado a 920 metros de altitud, en un murallón de paredes quebradas, que consta de 104 motivos repartidos en 8 paneles, dispuestos de izquierda a derecha.
Las pinturas están hechas a partir de arcilla rica en óxido de hierro y componentes orgánicos de tipo proteico, utilizados como aglutinante.
El tema más representado son las figuras humanas (antropomorfo), muy estilizadas, (miden entre 20 y 30 cm.) que, generalmente, aparecen formando parejas de hombre-mujer, unas veces representadas en cabeza y tocado de plumas y cuernos, y otras acéfalas; en escenas de danza ritual y de caza, persiguiendo toros y cabras, con los contornos definidos en tinta oscura y el interior de colores planos, principalmente ocres y rojos.
Junto a ellas se disponen motivos de animales (zoomorfos), representaciones solares (soliformes), estructuras (tectiformes) y otros que se asemejan a motivos vegetales (ramiformes).
Se encuentran en razonables condiciones de conservación, cubiertas vagamente por una visera rocosa que no limita demasiado la acción de los agentes climáticos. Para evitar su deterioro no deben tocarse, ni mojarse y no debemos escribir sobre la roca.
Las pinturas se encuentran al aire libre, en abrigos o cuevas poco profundas. En una zona media alta de la ladera y en lugares de paso y en relación con zona de agua y pastos.
Son parajes de gran belleza donde, en general, se han conservado la fauna y flora locales.