Principales atractivos
Recibe su nombre por su situación “a horcajadas” entre las vegas del Almazor y el Albardana. Esta población atesora una rica historia, desde la época medieval fue pasando de manos musulmanas a las cristianas, sucesivamente. Y no fue hasta el reinado de Alfonso VIII y la conquista de Huete, cuando pasó a ser definitivamente cristiana junto con el resto de poblaciones de la zona de Uclés, donde se estableció la sede de la Orden de Santiago. Además de su rica historia el pueblo cuenta con un bonito conjunto urbano en el que sobresale su iglesia, lo más destacado de su patrimonio, y algunas casas-palacio que merece la pena visitar.
Qué veremos
Entre sus casas de gran sabor popular, las más llamativas para el viajero serán sus cuevas-vivienda, en la parte alta del pueblo. Excavadas en la roca, de la que sobresale su chimenea de piedra, tienen una fachada de obra y un interior encalado, muchas permanecen habitadas. Respecto a sus casas-palacio, se conservan algunas que gracias a las reformas sirven para que podamos admirar su rejería y blasones. Quizá la más visitada por su buen estado de conservación es la Casa de las Cadenas o de los Orea, del siglo XVI y obra de Diego Martínez y Francisco de Luna. Si nos fijamos en el dintel de su puerta veremos una cadena con una flor de lis en recuerdo de la estancia en ella del Rey Fernando VII. Por último, en la iglesia, dedicada a la Inmaculada Concepción y cuya construcción comenzó en 1515, podremos admirar sus proporciones monumentales, las bóvedas estrelladas que cubren los tres tramos de su única nave y varios cálices barrocos del siglo XVIII.
Acceso
Preguntar en el Ayuntamiento para la Casa de las Cadenas, en el caso de la iglesia es libre, respetando el horario de misa.
Te recomendamos
Visitar también las ermitas Nuestra Señora del Rosario y Nuestra Señora del Carmen y el relicario de Santa Faustina.
Foto: José María Moreno García
