Principales atractivos
Población alcarreña a 74 km de Cuenca. Su bello entorno natural está formado por margas, arcillas y yesos provenientes de la meseta alcarreña en su descenso hacia el valle donde se encuentra el embalse de Buendía. Su nombre hace alusión a estos terrenos de yeso, ya que Villalba significa ”villa-alba” o “villa-blanca”. Su patrimonio más reseñable se reparte entre su iglesia y una de sus ermitas, además de su conjunto urbano que aún conserva su disposición lineal.
Qué veremos
La calle principal del pueblo divide su conjunto urbano por completo, de oeste a este. A ambos lados se agrupan los edificios más importantes construidos entre el siglo XVIII y XIX, que se conservan bastante bien. Destacamos una casona del siglo XIX con dos plantas separadas por molduras, con una cornisa bajo el alero y adornos en el recerco de las ventanas.
El viajero podrá distinguir claramente, la iglesia parroquial de la Asunción, dadas sus grandes proporciones y su alta torre de tres cuerpos con campanario. El interior sorprenderá por su gran tamaño, sus tres naves están separadas por gruesas columnas cilíndricas y cubiertas por bóvedas de arista, tiene cabecera plana y coro alto a los pies. Lo más destacado es la capilla barroca de la Virgen de los Portentos, del siglo XVII, separada del templo por una preciosa verja de bolillos con decoración barroca. La capilla tiene dos tramos, uno cubierto por una hermosa bóveda de cañón con lunetos y el otro por una cúpula sobre pechinas y pilastras. Anterior a la construcción de la iglesia es la ermita de la Concepción, de estilo gótico, hecha a base de sillares y de planta cuadrada. Párese a contemplar su bello acceso a través de un arco apuntado, con columnillas y baquetones a los lados para sujetar la puerta adintelada. En los laterales observará pares de ventanas con forma de arco de medio punto.
Acceso
El acceso es libre respetando el horario de culto.
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Otra ermita que podemos visitar en Villalba del Rey es la de San Sebastián, con una pequeña espadaña y portada bajo un porche. Es la protagonista de las fiestas del Santo, cada 20 de enero, al que acompañan unos danzantes y cuya imagen lleva en uno de sus brazos un delicioso rollo de anís elaborado para la ocasión.