Villanueva de Alcorón es un pequeño pueblo inmerso en un impresionante entorno natural: elParque Natural del Alto Tajo. Algunas de las imágenes más espectaculares del Parque y del cañón del Tajo suceden a escasos kilómetros. Las cristalinas aguas del río en esta parte alta son el escenario perfecto para practicar modalidades de turismo activo como senderismo, cicloturismo, pesca, escalada o piragüismo. También, para disfrutar del baño en épocas de calor.
Su casco urbano, sobre un cerro a unos 1.200 metros de altitud, conserva el encanto de la esencia serrana. En él encontramos casas centenarias de muros de piedra caliza, algunas con bellos arcos o escudos tallados en la fachada. Las calles ascienden hasta la plaza Mayor, donde se encuentran la iglesia de San Miguel y el Ayuntamiento.
El Tajo presenta en este sector un trazado muy encajado en el que los cañones fluviales adquieren especial relevancia. En los alrededores de Villanueva de Alcorón el río dejará grabadas en la retina algunas de sus imágenes más sugerentes: por ejemplo, desde el mirador del Tajo (en Zaorejas) y sobre el puente de Tagüenza, en Huertapelayo.
La orografía del río condiciona flora y fauna, pero también la evolución de los asentamientos humanos. Para conocer de primera mano ese equilibrio entre la naturaleza más salvaje y la presencia humana, se nos ofrecen varias rutas o excursiones.
Ruta “Las caleras de Villanueva"
Tipo de recorrido: circular, a pie
Dificultad: baja
Distancia: 6 Km
Tiempo empleado ida y vuelta: 2 horas
Este paseo, llano y fácil, viene a resaltar los usos tradicionales de la localidad de Villanueva. Transcurre por el paraje de El Palancar, al que se llega por un camino que sale a la izquierda en la carretera CM-2015, a unos 3 km del pueblo, justo pasado el cruce con la CM-2101 a Peñalén. En las diferentes paradas se destacan, mediante paneles interpretativos, los usos principales de la zona: explotación maderera, recogida de hongos, obtención de cal mediante hornos de piedra y la extracción de resina.
Destaca la visita a tres antiguas caleras, una de ellas parcialmente restaurada. Las caleras eran el lugar donde se transformaba la roca caliza en la cal que después serviría como base para el cemento necesario en la construcción. Dada la necesidad de conseguir las altas temperaturas (más de 900 ºC) necesarias para este proceso, se usaban ramas de enebro y aliaga. Esta operación podía llevar de 5 a 10 días. Durante este tiempo no se podía desatender la calera, ya que hay que mantener una intensidad de fuego adecuada para conseguir la deshidratación que provoca el cambio de consistencia de roca a polvo. El proceso completo queda explicado en el panel interpretativo situado al lado de la calera.
En cuanto a la vegetación, es interesante resaltar la convivencia de las tres especies de pino (albar, laricio y rodeno).
El camino desde Villanueva a Peñalén (18,7 kilómetros), que podemos realizar en bici o en coche, muestra el difícil equilibrio entre utilización de los recursos naturales y su adecuada preservación. Lo demuestran enclaves naturales bien conservados, como cuevas y ciudades encantadas escondidas entre los pinos.
La sima de Alcorón
La sima está situada en el área recreativa del mismo nombre en el p.k. 5,200 de la carretera CM-2101 que comunica Villanueva de Alcorón y Peñalén. En el desvío de la carretera existe una señal que indica la ubicación de la sima. La sima de Alcorón es una de las muchas cavidades que horadan estos terrenos. De hecho, en los alrededores de esta zona se han localizado abundantes cavidades, pero sólo esta está acondicionada para la visita.
Para introducirse en la sima es recomendable llevar linterna y algo de abrigo. El descenso por las escaleras no es difícil, pero requiere prestar atención, porque si están mojadas pueden ser resbaladizas. En la entrada de la Sima se encuentra un refugio libre y una zona recreativa equipada con mesas y un columpio.
La cavidad posee una profundidad de 63 metros repartidos en dos secciones. La primera de ellas conduce a un replano de 20 metros de diámetro y 15 de altura donde entra la luz del sol. La segunda sección baja hasta el fondo de la cavidad mediante unas escaleras de hormigón.
La Ciudad encantada de Hoyo Redondo
Siguiendo la carretera en dirección a Peñalén, medio kilómetro antes de llegar al pueblo y en una curva muy marcada sale una pista a mano izquierda, junto a una gran cruz de piedra, en el paraje conocido como “El Portillo de Peñalén”. Siguiendo esta pista y las balizas se llega a una explanada habilitada como aparcamiento. Desde allí, siguiendo a pie las balizas, llegaremos en unos 15 minutos a la “ciudad encantada de Hoyo Redondo”, donde encontraremos un panel. Estamos en la paramera de Peñalén.
En el pueblo de Peñalén, una pista baja hasta el río Tajo. Los espectaculares paisajes del fondo del cañón son el final perfecto para una jornada de excursión. La imagen ideal para resumir una visita a estas tierras.