Visita Villar del Humo | TCLM

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El conjunto urbano de Villar del Humo

Villar del Humo (Cuenca)GPS: 39.8712, -1.62844
Este municipio posee uno de los conjuntos rupestres más importantes de la Península Ibérica
El conjunto urbano de Villar del Humo
Visita
Principales atractivos

Este bello municipio de la serranía baja de Cuenca se levanta junto al río Vencherque, afluente del Cabriel. A su paso por la localidad queda encajonado entre meandros que originan unos paisajes formados por hoces de arenisca y vegetación de ribera de belleza singular. Estas características hacen que merezca la pena visitarlo. Para ello el pueblo cuenta con dos paseos fluviales que discurren por este entorno y donde además se pueden ver restos de civilizaciones pasadas como celtíberas y visigodas.

Qué veremos

Su conjunto urbano es interesante por el entramado radial de las calles y las muestras de arquitectura popular serrana que en ellas se conservan. Las calles, para adaptarse al terreno, ocupan una pequeña meseta que desde la plaza las hace aparecer en diferentes alturas. Entre ellas se pueden encontrar algunos rincones de gran belleza y valor ambiental como el de la Fuente de Arriba.

Acceso

Visitas concertadas, llamar con antelación.
Para tener información sobre horarios y precios: 680.82.15.12 / 686.58.84.61

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Villar del Humo es famoso por conservar una nutrida muestra de pinturas rupestres agrupadas en una serie de abrigos y parajes como los de Vallejo Marmalo, Selva Pascuala y Peña del Escrito, entre otros. Todos en la zona montañosa de la Sierra de las Cuerdas, entre los ríos Mesto y Cabriel, a unos 12 km del pueblo y a los que se llega por pista forestal.

Estas pinturas pertenecen al Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica y fueron declaradas, como todos los lugares bajo esta denominación, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se conocen un total de 170 figuras entre las que podremos distinguir dos tipos de arte rupestre:las más antiguas, del mesolítico (con una antigüedad en torno al 8.000 a.C.), en tonos más rojizos, representan figuras humanas, de animales y escenas naturalistas; y neolíticas (con una antigüedad en torno al 6000 a.C., en tonos desde el anaranjado al castaño azulado, con una temática más abstracta, simbólica y con esquematizaciones.

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